Investigadores y alumnos del Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México trabajan en un proyecto de investigación de ingeniería que busca resolver el problema en la educación básica al momento de enseñar matemáticas y ciencias. Se trata de un robot que ayuda a los menores a integrar el pensamiento lógico a través de simples instrucciones y el juego.
Cómo funciona?
Para poner en práctica esta nueva herramienta de enseñanza, el docente debe impartir primero a los alumnos los temas o contenidos que marcan sus programas.
Posteriormente divide a los menores en equipos reducidos de trabajo para la construcción de un robot que contiene un software (LabVIEW) y ayuda a realizar prácticas didácticas; una vez terminada la actividad, los estudiantes realizan de manera individual una prueba rápida para evaluar sus conocimientos en el tema visto.
Dependiendo de los resultados, se le genera al profesor un resumen indicando las áreas de oportunidad de cada estudiante; esto, además de evaluar el conocimiento de los alumnos sobre los temas aprendidos, permite al docente organizar y preparar mejor sus clases para una mejor calidad de enseñanza.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (ODCE), alrededor del 44% de los estudiantes en México alcanzó el nivel 2 o superior en matemáticas.
Lo anterior indica que pueden interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo se puede representar matemáticamente una situación simple. Por otro lado, casi ningún estudiante demostró alta competencia en ciencias.
“Este proyecto se trabajó en colaboración con profesores de una escuela primaria, con quienes creamos varias prácticas de matemáticas y ciencias naturales, asignaturas que, por ser abstractas, los alumnos rápidamente pierden interés, y además resulta más complicado para ellos comprenderlas bien”, indicó el Dr. Pedro Ponce, colaborador y desarrollador de la herramienta.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (ODCE), alrededor del 44% de los estudiantes en México alcanzó el nivel 2 o superior en matemáticas. Esto indica que pueden interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo se puede representar matemáticamente una situación simple, por ejemplo: comparar la distancia total de dos rutas alternativas o convertir los precios en una moneda diferente. Casi ningún estudiante demostró alta competencia en ciencias1.
Esto sin contar que con las condiciones que establece la pandemia generada por el virus COVID 19, los profesores estarán más limitados a la interacción personal con los niños. Esto detona una gran necesidad de generar herramientas tecnológicas autodirigidas que ayuden a complementar sus conocimientos y, explotar habilidades adicionales que se buscan en los niños.
“Al realizar las pruebas, observamos un cambio bastante notorio en la atención de los estudiantes durante la clase. Buscamos que a través de este método didáctico, los alumnos muestren mayor interés de aprender, y por ende, facilitar un mejor ambiente educativo”, señaló Germán Baltazar, alumno de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería.
En esta época de pandemia es una gran oportunidad que tienen los niños al manejar herramientas tecnológicas que apoyen su desarrollo académico y potenciar sus habilidades.
Para este proyecto también colaboran, Dr. Arturo Molina, y Mtro. Omar Mata, todos investigadores del Tecnológico de Monterrey.