Mastercard y FIS, el mayor proveedor mundial de tecnología bancaria y de pagos, han anunciado hoy un acuerdo que beneficiará a pequeñas y medianas empresas financieras de América Latina y el Caribe. Fintechs, cooperativas, microfinancieras y los bancos de menor tamaño de la región, podrán contar con el apoyo de ambas empresas para obtener soluciones en tecnología y operatividad; así como la oportunidad de emitir tarjetas Mastercard para sus clientes.
El acuerdo firmado entre Mastercard y FIS tiene como objetivo apoyar a entidades financieras de menor tamaño, pero muy relevantes para el ecosistema financiero. Así, la asociación firmada entre Mastercard y FIS aportará la experiencia técnica y operativa necesaria para apoyar a las fintechs, minoristas y emisores emergentes interesados en ampliar su negocio de emisión de tarjetas.
Este es un esfuerzo que ayudará a promover la inclusión financiera, la competitividad e innovación en la región de América Latina y el Caribe, dotando a las empresas de tecnología financiera, minoristas, emisores emergentes y a los consumidores de herramientas de pago más sencillas y fluidas. En principio, la implementación del acuerdo, que tendrá una duración de siete años, estará centrado en cinco mercados de la región: México, Colombia, Perú, Costa Rica y República Dominicana.
La llegada de la pandemia de COVID-19 al mundo, motivó a los consumidores a probar nuevas opciones de pagos flexibles para obtener lo que querían a la hora que ellos deseaban. A la par, se aceleraron los procesos de digitalización de muchas empresas que deseaban cumplir con las expectativas de sus clientes. En este sentido, la pandemia significó una oportunidad para romper con lo establecido, dado la relevancia que los medios de pago electrónicos tienen en la economía y por su incidencia real en la simplificación de procesos e inclusión financiera pero también por la mejora continua de estándares y el valor agregado tecnológico.
El estudio “Mastercard New Payments Index”, realizado en 18 mercados de todo el mundo, mostró que, en la región de América Latina y el Caribe, el 72% de los encuestados confirmaron haber probado un nuevo método de pago a raíz de la pandemia, cosa que no habrían hecho en circunstancias normales. Más de la mitad de esos consumidores latinoamericanos y del Caribe (59%) afirmaron que en el futuro evitarán comprar en empresas que no acepten pagos electrónicos de ningún tipo.
Hasta antes de la pandemia, el proceso de digitalización en América Latina y el Caribe se daba de forma paulatina; pero con las cuarentenas que obligaron a la gente a permanecer en casa por COVID-19, se aceleró la transformación e hizo visible sus beneficios. Los pagos digitales, por ejemplo, ahora no solo se consideran una cuestión de comodidad, sino un aspecto que toca la vida diaria de los consumidores: su salud, la viabilidad de sus negocios y su prosperidad.