Quiero comerme tu páncreas: Sobre el desamor y sus efectos secundarios.

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-O qué ir a ver si ya te cansaste de las precuelas, secuelas y remakes-

Estás en Prepa. Eres solitario, inseguro… te da miedo que te lastimen, entonces prefieres no tener amigos, ni contacto con la gente, ni grandes emociones.

…hasta que la conoces.

Y te obliga a vivir.

Entonces lo intentas: tratas de dejar por un momento los libros y te sueltas a merced de sus caprichos.

Y vives.  

Pero ella muere.

No, no te spoileé. El largometraje, dirigido por S. Ushjima, comienza con el funeral de Sakura: una joven con una enfermedad terminal en el páncreas. O sea que si eres un alma sensible que llora hasta con las caricaturas, prepárate… desde el principio te avisan que se va a morir.

Pero tranquilo, la historia no está hecha para que derrames lágrimas durante los 108 minutos que dura el anime: en realidad al principio tiende a lo cómico, a veces humor negro, otras con tendencia a lo infantil. En momentos te va a desesperar, en otros quizá te enojes, pero te aseguro que también soltarás una que otra sonrisa espontánea… en incluso risas.

Es posible que odies algunos personajes -que como buenos japoneses, tienen la profundidad necesaria-, y después termines entendiéndolos… e incluso logren caerte bien. Visualmente puede pasar desapercibida en ciertas escenas, pero en otras hasta se te antojará la comida. En fin, puedes sentir muchas cosas, y he ahí uno de los principales puntos a favor de “Quiero comerme tu páncreas”: vas a sentir.  

Seamos honestos: de este lado del mundo nos estamos acostumbrando a las películas con guiones repetitivos y llenos de efectos especiales. Sí, sentimos… pero no necesariamente por la historia per se, sino por todo lo que la acompaña: música emotiva, encuadres cerrados y demás elementos que crean el escenario ideal para que tus sentimientos abran paso, y no necesariamente por lo que la historia cuenta.

Ahora, no estoy diciendo que lo anterior esté mal, pero después de varios años de eso -con algunas excepciones-, se agradece lo diferente, los guiones sencillos, sin mucho espacio para lugares comunes y que logran profundizar, con poco

“Quiero comerme tu páncreas” va a estar únicamente en Cinépolis el 31 de mayo, y 1ro y 2 de junio, por primera vez en nuestro idioma, en la pantalla grande. Te recomiendo que la veas subtitulada, apreciarás mejor la intención de los personajes, a diferencia de la versión doblada, en la que a mi parecer, los gritos -que en los países asiáticos son comunes-, en español suenan bastante extraños, sin profundizar en que posiblemente no fue la mejor elección en cuanto a voces.

Por cierto, hay una escena poscréditos, que… no pretendo comentar, pero vale la pena ver.

Por Daniela Ponce (@hipnofobia)

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