Con una tecnología que se remonta a más de cuatro décadas y, tras haber sido olvidada durante un tiempo, las pantallas táctiles se han convertido en una parte muy importante en nuestra vida cotidiana, sobre todo por su presencia en una gran cantidad de dispositivos, desde teléfonos inteligentes, cajeros, pantallas de televisión o de computadoras y electrodomésticos.
La mayor incidencia en el uso de esta tecnología está en los teléfonos móviles. En México, casi tres cuartos de la población de seis años de edad o más (73.6%) utilizan un dispositivo telefónico y de todos ellos tres de cada cuatro usuarios cuentan ya con un teléfono inteligente (smartphone), según estimaciones de la Asociación de Internet MX.
Una de las particularidades de estos nuevos aparatos es la interacción del usuario con su interfaz por medio de la tecnología táctil o touchscreen, que ha sustituido a los teclados y que, día con día continúa en evolución desde las pantallas resistivas (dos capas conductoras de electricidad que crean resistencia al contacto) hasta las más usadas a la fecha, las pantallas capacitivas, con mayor sensibilidad y que funcionan por medio de un campo magnético que actúa sobre una superficie de cristal.
Estos cambios e innovaciones han ido superando algunos retos en su diseño y construcción, como el rendimiento en algunas circunstancias, el peso y tamaño o la respuesta al tacto. La tecnología de pantallas táctiles está entrando a una nueva fase de desarrollo que facilite la interacción digital entre el usuario y sus dispositivos, dándole usos prácticos en asuntos como aviación, herramientas de educación interactivos, hotelería y hogar.
A la par de estas proyecciones también llegarán los retos, como lo menciona Ottmar Kappes, director general de Altair México: “las nuevas aplicaciones de pantalla táctil traerán una cantidad de restricciones que los ingenieros de diseño tendrán que explotar: más delgadas, más livianas, más grandes, con mejor rendimiento en entornos hostiles, pantallas flexibles, resistentes a la humedad, menor resistividad y disponibilidad de materiales. Para ello, el software de simulación y diseño de pantallas es una gran herramienta para ahorrar tiempo de ingeniería, brindar resultados precisos y reducir el tiempo de comercialización y costos de producto”.
Esta innovación es posible gracias a herramientas computarizadas que funcionan por medio del prototipado digital, que es un proceso donde se pone a prueba el comportamiento de un producto en una computadora.
Este método ha adquirido mayor popularidad en el ramo de la ingeniería asistida por computadora, ya que la simulación digital permite pruebas específicas en cientos o incluso miles de entornos sin necesidad de producir o armar prototipos físicos, lo cual resulta en una significativa disminución de costos, sobre todo en pantallas táctiles, que es uno de los elementos de mayor costo en los dispositivos que las utilizan.
Así, en términos de optimización de productos, la simulación computarizada remplazaría a métodos como los cálculos manuales, que pueden ser más simples, pero no proporcionan datos certeros, sino aproximaciones cercanas, lo que no conviene cuando la calidad y el costo del producto son prioridades; así como al diseño y elaboración de modelos físicos, cuya ventaja es ofrecer el más alto grado de calidad del producto, pero tienen un impacto negativo debido a los altos costos y a los tiempos de fabricación.
De esta forma, el siguiente paso en el diseño y la elaboración de pantallas táctiles llegará de la mano de los prototipos digitales, acelerando los procesos de diseño y producción con un gasto significativamente bajo, revolucionando el desarrollo de nuevos y mejorados productos, así como fomentando rentabilidad y crecimiento sostenible para las compañías fabricantes.