Las empresas productoras mexicanas pueden alcanzar los más altos niveles de competitividad mundial, generando ahorros hasta del 50% en sus costos de mantenimiento, y mejorando la eficiencia de sus procesos hasta en un 90%. Lo anterior por medio de la implementación de las más recientes innovaciones y soluciones de Rockwell Automation, evoluciones tecnológicas presentadas en el marco del Automation Fair número 26, uno de los eventos anuales más importantes y grandes del mundo enfocado a la industria y la manufactura.
Para Blake Moret, presidente y CEO de la empresa americana especialista en automatización, “México, como región especializada y reconocida mundialmente por su amplia capacidad de manufactura y recurso humano altamente calificado, puede mantener su posición industrial preponderante a nivel global, aprovechando las grandes bondades que hoy ofrece el Internet de las Cosas. La gran infraestructura de producción con la que cuenta el país, le da una importante ventaja, que, de aprovecharla, puede impulsar y potencializar su crecimiento y desarrollo económico.”
El impacto de la revolución industrial 4.0, es indudable, la sociedad actual ya vive inmersa en ella. Se constata por elementos cuantitativos y cualitativos. Los primeros se reflejan en los índices de productividad y eficiencia en las diversas industrias; los segundos por las extensas oportunidades laborales que en la actualidad comienzan a aparecer, gracias a los avances en el área de la automatización.
El Internet Industrial de las Cosas, o la también llamada Revolución Industrial 4.0, en Rockwell Automation se ha adoptado bajo el concepto de “The Connected Enterprise”, la empresa conectada, la cual han traducido en resultados concretos como: reducción del 50% en costos de mantenimiento; ahorros significativos en el consumo de energía eléctrica, el cual puede representar hasta la tercera parte de los costos operativos de una planta; triplicar las capacidades de carga y descarga en puertos y terminales; integrar y conectar procesos tradicionalmente aislados; eliminar los paros no programados; prevenir costosas fallas inesperadas y mantener ininterrumpida la producción.
Estos beneficios se han concretado en áreas como: pozos petroleros, refinerías, terminales y puertos marítimos, cementeras, mineras, manufactura automotriz y líneas de producción, entre muchos otros.
En palabras de Frank Kulaszewicz, vicepresidente senior de la división de arquitectura y software, “lo que nos diferencia en el mercado es que trabajamos con la información en tiempo real, entendiendo lo que sucede, haciendo uso de la analítica y produciendo una mayor eficiencia en el proceso de forma inmediata. Nuestra herramienta es poderosa, pero fácil de usar, es una plataforma completamente abierta que recorre toda la arquitectura de la información, obteniendo datos de todos los dispositivos, las máquinas de la línea de producción, la planta y la nube, con lo cual se pueden tomar decisiones basadas en lo ocurrido en el proceso en tiempo real”.
El ejecutivo agregó que la nueva herramienta Scio, así como las Factory Talk Team One y Factory Talk Analytics, otorgan la capacidad de predecir, prevenir y conocer lo que sucede con cada aspecto de la cadena productiva en tiempo real. Igualmente, se habilita la capacidad del trabajo colaborativo; su plataforma hoy tiene conectados a su nube a más de 200 mil dispositivos y ha creado 4,600 grupos de trabajo, generando grandes ahorros y haciendo los procesos mucho más eficientes. Su app ha sido descargada por más de 13,000 usuarios en todo el mundo.
Sin embargo, detrás de la tecnología está un aspecto fundamental: la gente. De acuerdo a la visión de Rockwell Automation, el Internet Industrial de las Cosas, o The Connected Enterprise, está creando una importante y creciente demanda de puestos de trabajo. Incluso, en la industria de la manufactura existe una gran preocupación por encontrar las maneras de satisfacer y abastecer el suficiente capital humano para el futuro próximo.
De acuerdo a Blake Moret y Frank Kulaszewicz, hoy son innecesarios los empleados que se dediquen a realizar actividades repetitivas y mecánicas, aquellas de muy bajo o nulo conocimiento. La evolución exige que el talento requerido por la industria tenga desarrolladas un mayor número de habilidades técnicas y estudios más amplios y especializados.
Contrario a la creencia general, la tecnología, las máquinas y la evolución de la cuarta revolución industrial, cada vez requieren de mayor intervención humana, aunque desde una perspectiva totalmente diferente, una con mayor capacitación y entrenamiento.
Así que el mayor reto para México, es contar con un gran número de generaciones suficientemente preparadas y con las habilidades desarrolladas para entender, administrar, tomar decisiones, diseñar nuevos y mejores productos, y entregarlos en un menor tiempo al mercado.