Ahora lo primero que hago al encender el teléfono es ajustar la configuración del brillo. Celulares, tabletas, computadoras portátiles, monitores y televisores todos empacados con el brillo de la pantalla ajustado al máximo. Pero por lo general, eso es demasiado brillante para nuestros ojos. Ahora resulta que esas pantallas brillantes combinadas con el uso del teléfono en la cama, puede causar ceguera temporal.
Un artículo publicado en The New England Journal of Medicine relata los casos de dos pacientes quienes se presentan con episodios prolongados de ceguera temporal en un ojo. La primera una mujer de 22 años de edad que había estado experimentando ceguera en un ojo durante varios meses en la noche. La segunda era una mujer de 40 años de edad, que estaba experimentando 15 minutos de ceguera en un ojo cada mañana.
Los médicos hicieron las pruebas habituales en estos casos y no encontraron nada malo desde el punto de vista médico con las mujeres, así que comenzaron a hacer más preguntas y encontraron un vínculo común: el uso del celular en la cama.
La ceguera temporal fue causada por la combinación de mirar una pantalla muy brillante mientras se está acostado en una almohada que significa que uno de los ojos está cubierto/bloqueado por una almohada. En esta situación el ojo capaz de ver la pantalla se convierte en luz, adaptado a tal nivel de brillo. Cuando el otro ojo es bloqueado y luego es capaz de ver de nuevo esto hace que el ojo ajustado a luz ciega por un período prolongado de tiempo, donde permanece ciego mientras que el otro ojo se pone al día y la visión normal vuelve a ser posible.
Así que, ¿cuál es la lección de estos casos? Siempre ver la pantalla con ambos ojos, y además reducir considerablemente el brillo de la pantalla cuando se está en un ambiente oscuro. O eso o prender la luz de la mesa para añadir más luz al medio ambiente y reducir la tensión en los ojos. Pero igual de importante es que el nivel general de iluminación de la habitación no es la causa principal de la ceguera temporal, es el hecho de que un ojo no es capaz de ver la pantalla en absoluto.