Crítica Krampus El Terror de la Navidad

Krampus

El cine de terror navideño estaba algo olvidado, una lástima si tomamos en cuenta que esta corriente ha dado algunos clásicos de la temporada como Gremlins (Dante, 1984 / Dante y Jones, 1990), por ello, Krampus El Terror de la Navidad (Dougherty, 2015) resulta ser todo un acontecimiento que no debe pasar desapercibido porque además de retomar una historia oscura que toma lugar en las fechas decembrinas, rescata una figura del folklore que recuerda el significado de estas festividades… aunque a través de la brutalidad.

Basándose en una leyenda del folklore escandinavo, Krampus es conocido como “la sombra de San Nicolás, una criatura demoniaca pero justiciera cuya traslación a la pantalla se presenta como un cuento navideño de tintes aleccionadores que transita entre el terror y la fantasía, pasando por la comedia negrísima y sarcástica que tiñen los destinos de unos personajes mezquinos y antipáticos que conocerán el significado de la Navidad de forma cruel.

Al ver que su familia se ha resquebrajado, perdiéndose el respeto y el afecto entre sí, Max (Emjay Anthony) pierde la fe en la Navidad y en su familia, situación que desencadenará accidentalmente la ira de Krampus (Luke Hawker), que junto con sus ayudantes (muñecos de navidad y galletas de jengibre siniestras) visitará a la familia para atormentarlos y llevarse sus almas, una lección infernal para recordarles la importancia de la conciliación, así como el espíritu de amor y paz que debe flotar en esta temporada.

Dirigida por Michael Dougherty, responsable del filme de terror de culto Trick ‘r Treat (2009), Krampus conecta fácilmente con el espectador debido al enfrentamiento familiar que desencadenará la atmósfera malévola y tenebrosa que condenará a la familia a permanecer encerrados en casa, y es que para llevar la incomodidad al límite, durante los 3 días de enclaustramiento previos al 25 de diciembre, la familia de Max convivirá con la de Linda (Allison Tolman), la hermana de su madre Sarah (Toni Collette) y madre de sus insoportables primos.

Desde la escena inicial que muestra a un grupo de personas corriendo salvajemente por los pasillos de un centro comercial, intercaladas con las de un recital escolar que termina en golpes, hay una intención por parte de Dougherty de mostrar en Krampus la crueldad implícita de la celebración, creando a partir de todos estos elementos un cuento corrosivo e intenso con una serie de personaje y situaciones con las que cualquier espectador se puede identificar.

El director aborda con toda su genialidad las escenas de horror, creando atmósferas malsanas donde el suspenso y las discusiones construyen el camino previo a la presentación de los seres malignos, siendo la primera aparición de Krampus, una de las imágenes más escalofriantes del filme. Sin embargo, Krampus se enfrenta a algunos problemas para armonizar el terror y la fantasía en ciertos puntos de su desarrollo, cuando el Krampus abandona la trama para darle paso a los juegos retorcidos de sus ayudantes, siendo las secuencias de estas criaturas las que protagonizan los excesos de la cinta, por el contrario, los momentos en que aparece la descomunal figura de Krampus, son realmente perturbadores.

Además de un casting que está muy bien acoplado liderado por Toni Collette, Adam Scott y el pequeño Emjay Anthony, destaca también el sorprendente diseño de Krampus y una escena animada que es crucial en el relato.

Rematando con un giro de tuerca totalmente coherente con su desarrollo, Krampus es una película muy recomendable para disfrutar en estas fechas.

Por: Aurora Alejandra Lomelí Pérez (@alejandraurora)

Krampus – Krampus El Terror de la Navidad
Dirección:
Michael Dougherty
Guión: Todd Casey, Michael Dougherty y Zach Shields
Fotografía: Jules O’Loughlin
Actúan: Allison Tolman, Emjam Anthony, Adam Scott, David Koechner, Toni Collette, Conchata Ferrell, Stefania Owen, Gareth Ruck
Fecha de estreno: 11 de diciembre de 2015

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