Crítica EDEN: Daft Punk y el house francés noventero

EDEN

 

La experimentación melódica y las mezclas electrónicas francesas dieron a inicios de los años 90 uno de los sonidos que marcaría por casi 20 años la innovación de la escena musical mundial: el house y el sonido garage reinó en las cuevas undergrounds para luego llegar a los lugares más glamurosos de la vida nocturna.

Este surgimiento, apogeo y fugacidad es tema de EDEN (2014), película francesa dirigida por Mia Hansen-Love cuya banda sonora incluye temas de Daft Punk, el dúo de DJs que fraguó su popularidad en la línea de tiempo que abarca EDEN y uno de los pocos proyectos sobrevivientes de esta corriente sonora a la actualidad.

EDEN cubre dos décadas en la vida de Paul Vallée (Félix de Givry), un joven DJ que a principios de los años 90 con la música electrónica prosperando en Francia, da sus primeros pasos en la noche parisina, creando un dúo con su mejor amigo al que llamarán “Cheers”. Poco a poco empezarán a encontrar su público llegando a tocar en los clubes más grandes de Francia.

Mientras se alude con constantes frases a la arrolladora presencia de Daft Punk EDEN seguirá los episodios y las desventuras románticas del joven músico marcadas por la imposibilidad, así como su dificultad con el dinero.

Narrativamente, EDEN destaca por la unión dramática entre los deseos profesionales y la realidad que vive su personaje, Mia Hansen-Love, quien coescribió el guión en colaboración con su hermano Sven Hansen-Love (inspirado a su vez en algunas vivencias de Sven), logra transmitir las frustraciones de Paul cuando sus aspiraciones son truncadas, en este sentido, el sueño del house y de convertirse en un DJ es explorado en sus dos vertientes, como la fuerza impulsora y restrictiva que marcarán el destino del personaje.

Los fundidos en negro utilizados en EDEN para capitular el anecdotario personal de Paul donde sus encuentros amorosos parecerán de rutina tras la pérdida de su gran amor Julia (Greta Gerwing), su estabilidad con Louise (Pauline Etienne) y su posterior ruptura, son engarzados con gran solvencia en el contexto musical del argumento, cuyo relato es divido en dos grandes partes para enmarcar a su vez el ciclo de vida del sonido house, así EDEN recrea fielmente el ambiente antrero y el boom de las mezclas a través de escenas que muestran los momentos claves del house, los sets musicales y la permeabilidad del beat en la radio.

El excesivo metraje de EDEN (2 horas 20 minutos) hace sentir al relato redundante, principalmente en las vicisitudes personales de Paul y su constante problema para auto solventarse, madre incluida que aprovechará todas sus apariciones en pantalla para recriminar a su hijo la búsqueda de un trabajo.

Sin embargo, EDEN es una propuesta oportuna para conocer la manera en la que se germinó el ritmo musical que marcó los últimos 20 años, así como los recovecos que llevaron a su declive. Además de ser una puesta en escena totalmente cuidada y estilizada donde se escucha la pegadiza música de Daft Punk, con el plus de contar con una pequeña aparición del dúo, EDEN incluye en su soundtrack temas de Joe Smooth, Frankie Knuckles, Terry Hunter y otros más.

Por: Aurora Alejandra Lomelí Pérez (@alejandraurora)

EDEN
Dirección:
Mia Hansen-Love
Guión:
Mia Hansen-Love, Sven Hansen-Love
Fotografía:
Denis Lenoir
Actúan:
Félix De Givry, Pauline Etienne, Laura Smet, Vincent Lacoste, Vincent Macaigne, Greta Gerwing, Golshifteh Farahani, Brady Corbet
Fecha de estreno:
6 de agosto de 2015

Salir de la versión móvil