Así como lo leen, cuando bromean diciendo que no les vaya dar Ébola del malo, es ya una realidad, es la historia de un médico curado de Ébola y que descubrieron que tenía más escondido en su ojo izquierdo. El 2014 será recordado como el año en que la epidemia del virus Ebola se extendió más rápidamente por el mundo. Ha cobrado más de 11.000 vidas y ha infectado a más de 26.000 personas en todo el África occidental hasta la fecha. Algunos de los que se infectó habían ido a África para ayudar, y en el caso de un médico, se ha puesto de relieve cómo el tratamiento y la recuperación no son ninguna garantía de que el virus ha dejado el cuerpo.
El especialista en enfermedades infecciosas, el Dr. Ian Crozier se infectó con el Ébola cuando fue a trabajar a Sierra Leona como voluntario de la Organización Mundial de la Salud. Fue llevado a casa y tratado en el Hospital de la Universidad de Emory en septiembre pasado, donde le tomó 40 días recuperarse. Crozier fue tratado y dado de alta como libre de virus y se fue a casa después de eso. Pero entonces el dolor y la presión ocular comenzaron y con ello cada vez más mala visión. Las pruebas revelaron que su ojo izquierdo estaba lleno de Ébola.
Tal fue la magnitud de la infección que cambió el color de sus ojos de azul a verde. Aun así, el virus fue confinado en el interior de ojo lo que significaba que no era capaz de transmitir el virus a cualquier otra persona. También se ha descubierto que el Ébola puede permanecer presente en el semen durante meses después saberse recuperado de la infección.
Los médicos no estaban seguros de cómo tratar a los ojos de Crozier. Su vista continuó empeorando hasta que se trató con un medicamento antiviral experimental, que en pocos meses no sólo le devolvió la visión a su ojo izquierdo, si no que también permitió que el color de su ojo cambie de nuevo de verde a su color natural. No es del todo claro si se trataba de la droga o de su propio sistema inmunológico llegando al rescate de su visión, aunque era probablemente una combinación de ambos.
Crozier recibió gran atención en el Hospital de la Universidad de Emory, pero este no va a ser el caso de los que se recuperan en África. Esta infección ocular tiene a los médicos sorprendidos y no se esperaba, lo que sugiere que puede haber más de una persona caminando por ahí con Ébola en sus ojos y sufriendo a causa de eso. Crozier también sufre de otros efectos secundarios por el Ébola, incluyendo dolor muscular y articular, pérdida de la audición y fatiga.
Como se puede imaginar, la investigación de tratamientos para el Ébola continuará. Es un virus horrible, y entre más rápido estén trabajando los médicos pueden desarrollar una cura 100% mejor.