Este artículo se publicó originalmente en la sección Voy derecho y no me quito del periódico el Nuevo Mexicano, medio en el que colaboramos semanalmente con artículos de opinión relativos a Internet, el diseño y Social Media.
El término “weblog” fue creado en 1997 por Jorn Barger, compuesto por la palabras “web” y “log” (registro) y usado para designar el proceso de ir registrando los nuevos sitios que se iban encontrando mientras se navegaba en la Web. 16 años han pasado de ese hecho que marca uno de los hitos más importantes de Internet: la aparición de una herramienta que permitía que cualquier persona –casi sin conocimiento técnico- pudiera publicar online su propio contenido de manera sencilla y gratuita.
En todos esos años a menudo he escuchado que los blogs han muerto. En una era donde el contenido es el rey, los blogs están más vivos que nunca, por sus características representan el inicio de lo que conocemos como la Web Social o 2.0, son fuente inagotable de información y por supuesto, se puede vivir de ellos.
Aunque muchas personas piensan que escribir un blog es un desperdicio de tiempo, en cada oportunidad que tengo cuando doy conferencias o seminarios, no pierdo la oportunidad de resaltar la importancia de los blogs para las empresa, marcas y la auto promoción.
Ya sea que tengas tu propia agencia o bien, si eres un profesional independiente, los blogs son una herramienta fundamental para construir tu personalidad online, posicionarte como profesional y promocionar tus servicios.
Los blogs son gratuitos y efectivos. Así que, como decía la abuela: “Si es gratis ¡fórmate!”
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