Antes de sacar a Photoshop de la bolsa, es más rápido y cómodo intentar que la imagen sea clara desde un principio. Pero cómo mejorar el disparo cuando se tiene una cámara compacta, las limitaciones son claras versus una cámara profesional; no obstante tienes algunas opciones disponibles.
En principio de cuentas, hay dos razones principales por las cuales una imagen puede verse barrida, vibrada o embarrada (cómo suele conocerse al efecto de Blur no deseado). Un movimiento del sujeto con respecto a la cámara cuando haces el disparo o viceversa, así como los momentos en que ya no puedes tener una velocidad mayor en el obturador para congelar la acción.
Considera que todos tenemos pulso de maraquero, en mayor o casi imperceptible notoriedad, pero es difícil encontrar alguien con pulso completamente inmóvil. Si usas una cámara compacta con un gran zoom, te darás cuenta que hasta el más ligero movimiento se vuelve catastrófico a los 20x de distancia.
Un primer acercamiento que ayuda a una cámara compacta, es que puedes presionar el botón disparador hasta la mitad. La cámara muestra en pantalla un cuadro verde o un sonido de alerta, indicando que dicha región del cuadro está enfocada. Cuando estés listo, presiona completamente y verás que los resultados son mejores.
En algunas ocasiones la falta de iluminación provoca que la cámara deba seleccionar un tiempo de captura mayor (1/4 de segundo, 1 segundo…). Entonces pedir a todos en la fiesta que se queden quietos parece poco cuerdo. Pero qué tal usar el flash en su lugar; combinado con un trípode podrías mejorar los resultados todavía más.
Ciertos modelos cuentan con el modo de estabilización. Este modo aumenta la sensibilidad a la luz (conocido como ISO) y dispara el flash si es necesario; todo de forma automática. Otras cámaras cuentan con el modo deportes y ráfaga, el cual te ayudará a capturar sujetos en movimiento como sucede en un partido.
¿Pero qué sucede cuando la cámara llega a su limitación de obturador o tiempo? Una técnica muy socorrida es seguir al sujeto que buscas retratar. Imagina a un niño en su columpio, moviéndose oscilatoriamente atrás y adelante. Seguramente no irá más lejos, así que puedes “seguirlo” con la lente y dejar presionado el botón hasta la mitad; ahora dispara cuando tengas el cuadro perfecto, pero sin dejar de seguirlo.
Esto crea un efecto de sujeto enfocado y fondo desenfocado. Aunque es probable que no logres resultados magistrales en el primer intento, la práctica te volverá muy ducho.