El museo Soumaya forma parte de la construcción de la plaza Carso y pretende convertirse en un icono de Arquitectura en la Ciudad de Mèxico. Por el momento ya fue catalogado como el mejor museo del mundo por los lectores de la revista Travel and Leisure.
Un espacio minimalista y en cierto sentido laberintico, con 6 plantas en las que se albergan diferentes colecciones artísticas. Utilizando únicamente 5 para exhibición, los cuales se encuentran vinculados por medio de ascensores y escaleras que siguen el contorno del edificio para trasladarnos de un piso a otro. Cuenta con un restaurant, tienda, zona digital de Telmex, un auditoria y aulas dedicadas a la realización de talleres.
Dentro de las 6 salas dedicadas a exhibición, cada una marca una época diferente en el arte: manierismo, bizantino, expresionismo, surrealismo, etc.
Dentro de la forma estructural, su contrucciòn se puede apreciar en el siguiente diagrama.
Este museo fue todo un reto en cuestiones de construcción, debido a que se encuentra en una zona sísmica, las columnas tubulares que rodean el edificio son las que lo sostienen, emergiendo de una placa de concreto en el fondo de la plaza. Su fachada revestida con 16 paneles metálicos en forma de exagono refleja la luz a modo de espejo y se mimetiza con su entorno.
En cuanto a su interior…
Alberga la colección de obras de arte privada más grande de Latinoamérica, en la que se incluyen piezas de Salvador Dalí, Cézanne, Renoir, Matisse, Leonardo Da Vinci y Diego Rivera, entre otros. También hay documentos históricos de Hernán Cortés y Cristóbal Colón, así como una colección de piezas prehispánicas provenientes de diferentes culturas mesoamericanas.
En el piso superior se tiene la segunda colección más grande de Rodin en todo el mundo. Sus pasillos aunque un tanto laberínticos te llevan fluidamente de una sala a otra, cambiando de época a manera de un reloj que avanza en el tiempo a través de las diferentes corrientes artísticas que aquí se presentan.
Una de mis esculturas favoritas es un cupido, ubicado en la sexta planta, por Antonio Rossett. Esta obra lleva por nombre “Amor Secreto” y sin duda hace honor a ese nombre. El cupido ocultandose bajo un manto, una escultura que extrema en detalle.
Dentro de las demás colecciones se encuentran murales de Siqueiros y Diego Rivera, así como pinturas de diversas corrientes como el manierismo, el impresionismo y el bizantino.