Estaba leyendo una nota en Muy Interesante sobre un estudio realizado en la Universidad de Michigan, publicado en el último número de la revista Evolutionary Psychology en el que se concluye que los hombres más generosos y gastalones tuvieron más parejas en el pasado y quieren tener más parejas en los próximos cinco años.
Hay que tomar con las reservas del caso este tipo de estudios, pero lo que se concluye es algo que la sabiduría popular sabe desde siempre: “Dinero mata carita”.
La muestra del estudio incluyó el análisis del comportamiento de adultos de 18 a 45 años y se concluyó que los más derrochadores no sólo querían atraer a más mujeres, sino que también tenía más éxito.
Es evidente el deseo de los hombres por gastar más dinero cuando de atraer al sexo opuesto se trata, aún cuando la economía no lo permita. Al parecer detrás de este impulso primigenio se encuentran las teorías evolutivas y de apareamiento. Tradicionalmente los hombres han sido proveedores, y los mejores proveedores consiguen el mayor número de parejas. ¿Qué tal?
Si cuando eramos más o menos más rupestres, los hombres éramos valorados por nuestras habilidades cazadoras y buenos protectores, hoy en día, lamentablemente, el potencial se demuestra en función de los productos que podemos adquirir. Ya lo saben amigos, su éxito económico o no, determinará su potencial de ligue.
¡Ahora me explico por que ligo tan poco!