Hoy nada más despertar me entero de otra de esas historias que suceden todos los días, las del talento no reconocido y las de picar piedra para obtener lo que quieres. Estoy hablando por supuesto del caso de Alonso Álvarez, jóven tampiqueño aspirante a cineasta que con el corto “Historia de un letrero” ganó el premio Special Cannes 2008 otorgado en el marco del Short Film Corner. El corto narra la historia de un publicista, su encuentro con un indigente y la eficacia de un copy.
La participación del cortometraje en esta competencia en línea inicia con su registro en el Short Film Corner en Cannes, en el que compitieron mil 831 cortos de todo el mundo, posteriormente paso una preselección de 650, y finalmente quedo finalista junto con otros ocho trabajos que eran presentados en Youtube como “nueve de las mejores producciones que se estrenarán este año en el Short Film Corner de Cannes”.
Todo bien hasta ahora, salvo cuando nos enteramos que las representantes del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) en Cannes declararon que el autor “no es conocido en el ámbito cinematográfico en México y tampoco se encuentra en Cannes.”
Asi es, Alonso no pasó los rigurosos filtros de ninguna escuela de cine en México y fue rechazado. La falta de talento no creo que fuera la excusa. Como sea, Alfonso recibirá una cámara profesional y una computadora portátil, aunque el mayor logro del cortometraje es el de haber sido elegido entre miles de trabajos de todo el mundo y esperemos que le abra las puertas del difícil mundo del cine y los patrocinios.
¿Qué sigue? Lo de siempre, Alfonso en todos lados, sobre exposición en medios y el oportunismo de varios queriendose atribuir el mérito. Hace rato en el noticiario 1 Noticias de Loret de Mola, escuche que el cortometraje fue realizado con la ayuda de su familia y de amigos principalmente, así que nadie quiera hacer caravana con sombrero ajeno.
Aquí les dejo el corto, el cual es muy emotivo y con un lindo mensaje.