Mencionaba ayer, que no valía la pena apasionarse ni enemistarse con el de a lado, por cuestiones políticas. Hoy saco a cuento esta cita del Fabulista Esopo, que le escuche a Eduardo Andrade en su programa de ABC Radio:
“A menudo, en un cambio de gobierno, los pobres no cambian nada, a no ser el nombre del señor.”
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Esta fábula narra como en una guerra un anciano exhortaba a un asno a huir para no ser atrapados, a lo que el jumento contestó que poco importaba quién fuera el amo pues no habría diferencia. Esta es una referencia a la situación política de su época (que por lo visto no es muy diferente a la actual) y que nos hace ver la poca diferencia que habría entre el pueblo si el gobernante es uno u otro, pues ellos, el burro y el viejo, seguirían exactamente en la misma situación, ya que los cambios solo son notables para el gobernante y la aristocracia, que ve aumentar aún más sus privilegios.