3 Errores de los emprendedores al iniciar un negocio

3 Errores de los emprendedores al iniciar un negocio
  • De 2011 a 2013 creció más del doble el porcentaje de jóvenes emprendedores en México. No validar las necesidades del mercado, ser muy optimistas con las proyecciones de ingresos y gastar más de lo necesario, las tres principales fallas.

De acuerdo a cifras del Monitor Global de la Actividad Emprendedora 2013, en México, los jóvenes que inician su empresa entre los 18 y los 24 años representan 14.8% de los emprendedores en el país. En 2011 esa cifra era de sólo 6.3%, lo que indica que cada vez más jóvenes mexicanos están interesados en fundar su propia empresa.

ClickBalance elaboró un análisis entre sus más de 4 mil clientes en México y encontró los tres principales errores que cometen los jóvenes emprendedores en México.

[quote text_size=”small” author=”- Francisco Salazar, Gerente de Comercialización de ClickBalance.”]

“Los jóvenes en México representan una gran motor para el desarrollo y fortalecimiento de las empresas en nuestro país.Esta relevancia exige que se preparen cada vez más y estén dispuestos a evitar cometer errores que los lleven al fracaso”.

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Error número 1: No validar la necesidad del mercado

Todo plan de negocios se basa en supuestos, los cuales son usados para proponer toda la estructura del proyecto. El problema está en que esos supuestos a veces no se validan por medio de estudios de mercado, entrevistas con clientes potenciales, pruebas piloto o con datos estadísticos relevantes.

Dar por cierta una suposición de mercado, o confiar en una corazonada, es el primer ingrediente para el fracaso.

Es importante identificar si realmente existe un mercado para el nuevo negocio y validar, en lo posible, de qué tamaño es. ¿Quiénes son los clientes potenciales? ¿Dónde están? ¿Qué necesidades tienen y cuánto están dispuestos a pagar para satisfacerlas? Suponer las respuestas no basta.

La metodología “Lean Startup” propone varias iteraciones sobre un Producto Mínimo Viable, que deberá ponerse a prueba para medir la aceptación del mercado y mediante ajustes sucesivos, se mejora el producto hasta tener certeza sobre su aceptación. Hacer esto aumenta las posibilidades de éxito y disminuye los costos de lanzamiento.

Error número 2: Ser muy optimistas con las proyecciones de ingresos

Aunque matemáticamente las estimaciones de ingresos sean correctas, esto no garantiza que en la realidad se pueda ganar esa participación de mercado en corto plazo.

En lugar de plantear un juego de números, lo que se debe hacer, es identificar los factores críticos que los llevarán a alcanzar esa participación de mercado.

Los jóvenes empresarios deben preguntarse: ¿Cuántos clientes significan esa rebanada del pastel? ¿Qué tienen que hacer para llegar a todos esos clientes? ¿Cuánto va a costar? ¿Tendrán la capacidad de entrega? ¿Cuánto tiempo les va a tomar? ¿Contarán con el personal suficiente y la estructura necesaria para hacerlo? ¿Cuál podría ser la reacción de los competidores?

Todas esas preguntas deben tener una respuesta razonable y realista para poder ejecutar el plan y no depender ni basarse en cifras felices.

Identificar los factores críticos de éxito, y dejar atrás las proyecciones en Excel permite poner los pies en la tierra y dedicar la atención a lo que es importante y necesario para el éxito.

Error número 3: Gastar más de lo necesario

Es frecuente también que una vez que el dinero empieza a fluir, ya sea por aportaciones de capital o por las primeras ventas, que los emprendedores pierdan el foco y las prioridades. Si tienen un plan de inversión y los flujos de efectivo presupuestados se están alcanzando, es necesario que respeten ese plan y eviten adelantar la recompensa personal y gastar en cosas no indispensables para el negocio.

Hay que evitar a toda costa adelantar sueldos o repartir utilidades antes de tiempo. En la etapa inicial es necesario hacer un gran esfuerzo para mantener las finanzas en equilibrio y eso incluye postergar las recompensas personales. Es decir que si entra un poco más de dinero, no hay que usarlo como premio, sino como una reserva para invertir o amortiguar los efectos de una futura mala racha.

Es importante que los jóvenes emprendedores sepan distinguir y respetar el dinero del negocio y el dinero personal, ya que aunque sean los dueños no deben nunca usar la chequera de la empresa con gastos no programados o caprichos personales. Los desembolsos deben ser los estrictamente necesarios y, si sobra dinero, debe ser usado como reserva de capital para financiar el crecimiento para evitar pedir prestado en el futuro.

Los jóvenes que están pensando en iniciar su negocio, deben tener en cuenta estos errores comunes para que su empresa perdure y se aseguren a ellos mismos y a otras personas un empleo profesional y económicamente gratificante.

El factor económico es crucial para la viabilidad de un negocio, por lo que los jóvenes empresarios deben tomarlo en cuenta y no perder de vista sus objetivos a largo plazo. Una herramienta de administración y control de procesos siempre será de gran ayuda.

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