Salvo los más geeks, pocas personas saben que cada 25 de mayo se conmemora el Día de la Toalla. Tal celebración es en homenaje al escritor inglés Douglas Adams, autor de la saga “La guía del autoestopista galáctico“, que es una “trilogía en cinco libros”, que combina magistralmente ciencia ficción y humor.
La primera vez que se conmemoró el día de la toalla fue el 11 de mayo de 2001, dos semanas después de la muerte del autor. En este día los fans de Adams se colocan una toalla al hombro y la llevan a donde quiera que van, justo como se puede leer en el primer libro, en el que asegura que todo viajero intergaláctico debe llevar una:
“Una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista interestelar. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los vapores del mar embriagador; se puede uno tapar con ella mientras duerme bajo las estrellas que arrojan un brillo tan purpúreo sobre el desierto de Kakrafun; se puede usar como vela en una balsa diminuta para navegar por el profundo y lento río Moth; mojada, se puede emplear en la lucha cuerpo a cuerpo; envuelta alrededor de la cabeza, sirve para protegerse de las emanaciones nocivas o para evitar la mirada de la Voraz Bestia Bugblatter de Traal (animal sorprendentemente estúpido, supone que si uno no puede verlo, él tampoco lo ve a uno; es tonto como un cepillo, pero voraz, muy voraz); se puede agitar la toalla en situaciones de peligro como señal de emergencia, y, por supuesto, se puede secar uno con ella si es que aún está lo suficientemente limpia.”
Si son de los flojos que no leen ni en defensa propia consigan la película, protagonizada por Martin Freeman, Mos Def y Zooey Deschanel.