Un día sin inmigrantes

Mañana lunes 1 de mayo, es el día elegido por la comunidad hispana en Estados Unidos para presionar al Congreso americano para que vote por una reforma migratoria integral. Estas protestas se han destacado por la civilidad y buen comportamiento de la gente, aunque ha habido brotes de intolerancia con quemas de bandera mexicanas. Se le ha recomendado a la gente también que junto a la bandera de su país, porten una estadounidense. A los gringos les da pavor que les “invadan” su país y es que no se han dado cuanta que se trata de unos 41 millones de hispanohablantes que ya se han convertido en la minoría más importante. Que se les considere ciudadanos de segunda o sin muchos derechos es otra cosa.

Ahora este monstruo quiere mostrar su peso económico y político. Básicamente, la idea de los organizadores de las protestas (que dicho sea de paso ha sido organizada fundamentalmente por la radio, nada del internet y los blogs 😉 están pidiendo a los aproximadamente 12 millones de migrantes indocumentados se ausenten de sus trabajos, centros comerciales y de las escuelas. Se calculan que las pérdidas por el boicot sumarian cifras millonarias.

Muchas cadenas de emails piden apoyar a los migrantes de este lado de la frontera, no comprando productos gringos, algo complicado por la proliferación de mercancías provenientes de Estados Unidos. Además es harto complicado estar buscando de donde demonios proviene un producto para consumirlo o no. Salvo las multinacionales muy reconocidas como Coca-Cola, Pepsi, Mc Donald’s, Starbucks y Domino’s. Mi mismo proveedor de hosting es americano, así que ni modo de no conectarme.

Estas manifestaciones han levantado mucha polémica, algunos opinan que han resultado contraproducentes y que ahora los estadounidenses están más a la defensiva que antes, con despidos masivos, amenazas si se ausentan mañana, etc. Como quiera que sea si la convocatoria tiene éxito, podríamos asistir a un escenario como el de la película Un día sin mexicanos. Recordemos que en Estados Unidos el primero de mayo no se celebra el Día del Trabajo como en la mayor parte del mundo, así que un millón de personas en las calles deberá ser muy notorio.

Desde aquí nuestra solidaridad con nuestros compatriotas indocumentados en una tierra ajena.

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