La Chica del Tren, otro engañoso best seller que llega a la pantalla

La Chica del Tren
  • La Chica del Tren, el best seller homónimo de Paula Hawkins, llega a la pantalla grande con Emily Blunt y la dirección de Tate Taylor

  • La Chica del Tren falla terriblemente en intensidad dramática gracias a una construcción mediocre, sostenida únicamente por un quinteto de buenos actores

La Chica del Tren

No hay duda, el voyerismo requiere de una fuerte chispa de retorcida malicia para llevar a una persona a ver “más de la cuenta”, añadiéndole así una dosis de peligro, porque en esa invasión indiscreta a la privacidad del otro se pueden percibir actos moralmente ambiguos, aspecto que ambicionaba deconstruir La Chica del Tren (The Girl on the Train) pero que ni siquiera llega a rozar porque le faltó eso que precisamente es primordial en el acto voyerista: malicia.

Adaptando el best seller homónimo de Paula Hawkins, Tate Taylor entrega una película irregular con momentos intensos pero jamás logra conseguir el thriller que prometía ser y ello se debe, en gran medida, a una historia de origen excesivamente básica a la que a Taylor y a su guionista, Erin Cressida Wilson, les fue imposible sacarle potencial y darle mejor vida en pantalla.

La Chica del Tren

La Chica del Tren se acciona a partir de Rachel (Emily Blunt), una mujer alcohólica y devastada por un divorcio que no logra superar, además de poseer una imaginación muy dispersa que la lleva a fantasear sobre la vida de una pareja aparentemente perfecta que vive en una casa por la que su tren pasa cada día.

Pero una mañana, desde la ventana del tren, Rachel es testigo de un impactante suceso, a partir de ahí, La Chica del Tren busca reconstruir los días previos al evento a través del punto de vista de Rachel, Megan (Haley Bennett) y Anna (Rebecca Ferguson) para revelar el misterio.

Una trama débil y una premisa insostenible
La Chica del Tren

Un misterio que nunca llega a cuajar una construcción sombría, Taylor se muestra incapaz de abonar un camino intrigante que haga posible una resolución realmente perturbadora, sin embargo, el problema de La Chica del Tren viene de raíz, de una premisa que resulta insostenible ya que nunca se sienten genuinas las motivaciones de Rachel.

Por otro lado, La Chica del Tren no podía estar más alejada del retorcido thriller que buscaba plantear, el director recurre a una aberrante contención dramática que le hizo olvidarse por completo de la perversión y maldad que el relato mismo reclama, a lo que se suma un nulo interés por generar intriga, enfocándose mejor en el drama marital de engaños y maltratos de esposas insatisfechas que hacen de La Chica del Tren un melodrama telenovelero.

A lo anterior se suma un desarrollo por demás anodino que ni la fragmentada temporalidad, ni el relato a tres vistas pueden salvar lo plano de su argumento.

Personajes simples e inaguantables
La Chica del Tren

La mala factura de La Chica del Tren también impacta en los personajes, tanto la tercia de mujeres como el dúo masculinos a cargo de Justin Theroux (Tom) y Luke Evans (Scott), tienen el menor ápice de complejidad, es decir, son tan simples y unidimensionales que no consiguen generar interés sobre lo “atormentado” de sus vidas, sino todo lo contrario, son personajes inaguantables por lo mecánico de sus actos y lo exagerado de sus emociones, siendo el de Rachel el más absurdo y patético.

Aunque escasamente hay tensión, La Chica del Tren falla terriblemente en intensidad dramática gracias a una construcción mediocre, sostenida únicamente por un quinteto de buenos actores que no hacen más que relevar en cada escena, la pobreza de este argumento.

Por: Aurora Alejandra Lomelí Pérez (@alejandraurora_)

The Girl on the Train – La Chica del Tren
Dirección:
Tate Taylor
Guión: Erin Cressida Wilson, con base en la novela The Girl on the the Train de Paula Hawkins
Música: Danny Elfman
Actúan: Emily Blunt, Rebecca Ferguson, Haley Bennett, Luke Evans, Edgar Ramírez, Justin Theroux
Fecha de estreno: 11 de noviembre de 2016

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